23 de abril de 2020 (Manny Randhawa, MLB.com).- Mickey Mantle. Willie Mays. ¿Quién fue mejor? Pero esperen un momento, ¿y ese otro jardinero central que sigue activo y hasta ahora lleva ritmo para terminar como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos? Nos referimos a Mike Trout, por supuesto.

¿Cómo podríamos elegir a sólo uno de los tres?

Con el MLB Dream Bracket en plena acción, se ha hablado mucho sobre algunas de las grandes leyendas del juego, así que no hay mejor momento para desempolvar uno de los mejores debates de la historia del béisbol.

Vamos a analizar a este trío de jardineros centrales y ver lo difícil que sería elegir a uno de ellos.

Primero que todo – para dejar esto claro de una vez—no hay un método perfecto para determinar el valor de un jugador, mucho menos tres de los mejores que han pisado un terreno. Pero, de cualquier manera, vamos a compararlos y dejar que ustedes sean los que decidan.

Para comenzar, revisemos a los tres de forma individual.

Mickey Mantle

Vaya, lo que pudo haber sido. Mantle es recordado como uno de los más grandes de todos los tiempos, pero las rodillas pocas veces dejaron de dolerle y junto a otra serie de padecimientos, evitaron que quizás se convirtiera en el mejor jugador de la historia.

Durante una increíble carrera de 18 campañas con los Yankees, Mantle bateó .298/.421/.557 con 536 jonrones. Fue nombrado Jugador Más Valioso de la Liga Americana en tres ocasiones, a la vez que ganó la Triple Corona de bateo en 1956 con .353 de promedio, 52 cuadrangulares y 130 empujadas (sin mencionar que lideró MLB con 132 anotadas, .705 de slugging y 1.169 de OPS). Conectó 18 bambinazos en Series Mundiales, un récord vigente.

Pocos jugadores en la historia del béisbol han sido más mitificados que Mantle, y con razón. Cuando hizo su debut en las Grandes Ligas el 17 de abril de 1951, el joven de 19 años era quizás el jugador más fuerte y más rápido de Grandes Ligas. Su musculatura y talento natural lo convirtieron rápidamente en el ídolo de una legión de fanáticos. Pero eso apenas era el comienzo.

Dos días después de estrenar en MLB, Mantle disparó un jonrón del que todavía se habla. Fue en el Griffith Stadium de Washington y algunos estiman que la bola recorrió 565 pies. Diez años después, Mantle conectó un vuelacercas que pegó en la fachada detrás del último piso del Yankee Stadium, quizás a tan sólo un pie el techo del parque, dejando a jugadores y fanáticos boquiabiertos.

Cualquiera haya sido la distancia de ambos cañonazos, la leyenda de Mantle estaba asegurada. Haría falta un peloterazo para sobrepasar lo que había logrado Mantle en la cúspide de su carrera.

Willie Mays

Ted Williams dijo una vez que Mays había “nacido para jugar béisbol”. El jardinero central de los Gigantes fue, de hecho, de lo mejor que ha pasado por un terreno de juego. En 22 años en la Gran Carpa, Mays bateó .302/.384/.557 con 3,283 hits, 660 jonrones (quinto de todos los tiempos) y 338 bases robadas. Fue el Novato del Año de la Liga Nacional en 1951, Jugador Más Valioso del circuito en dos ocasiones, se llevó 12 Guantes de Oro y terminó entre los mejores cinco en la votación al JMV en siete ocasiones.

El momento más famoso en la carrera de Mays llegó en el Juego 1 de la Serie Mundial de 1954, cuando hizo aquella tremenda atrapada corriendo de espaldas al plato para capturar el larguísimo elevado de Vic Wertz de los Indios en el Polo Grounds de Nueva York. La bola viajó 460 pies sobre aquel interminable jardín central de la casa de los Gigantes, y después de hacer el increíble engarce, Mays dio la vuelta y tiró enseguida al cuadro interior para evitar que se anotara una carrera.

Mays encabezó las Mayores en cuadrangulares tres veces, conectando 51 a los 24 años en 1955, 49 en 1962 y 52 en 1965. También lideró ambas ligas en bases robadas en cada año entre 1956 y 1958. A los 40 años, en 1971, encabezó el Viejo Circuito con 112 bases por bolas y porcentaje de embasarse de .425.

Muchos consideran a Mays el mejor entre los que podían hacerlo todo en la historia del béisbol.

Mike Trout

Trout no es sólo el mejor jugador activo. Más allá de eso, sus estadísticas, habilidades y hasta su parecido físico hacen recordar a Mantle. En las nueve temporadas que ha disputado hasta ahora, Trout ha bateado .305/.419/.581 con 285 jonrones y 200 bases robadas. Ha ganado tres veces el premio al JMV de la Americana y en otras cuatro ocasiones terminó de segundo.

Comparen eso con lo que hizo Mantle en sus primeras nueve campañas: .311/.425/.569 con 280 cuadrangulares y 98 robos. Dados los problemas de Mantle en las rodillas, la diferencia en estafadas es entendible.

Y probablemente todavía no hemos visto lo mejor de Trout. Por culpas de las lesiones, jugó 114, 140 y 134 juegos en las últimas tres temporadas, respectivamente, y tiene apenas 28 años. No hay forma de saber qué podría hacer durante su segunda década en las Grandes Ligas.

¿Quién es el mejor?

Hay diversas maneras para analizar los números, y la palabra “mejor” es subjetiva. Pero vamos a enfocarnos en dos estadísticas aquí en el caso de cada uno, desde el comienzo de sus carreras y hasta la temporada que jugaron con 27 años, el punto en el que está Trout ahora mismo: WAR de Baseball Reference por cada 162 partidos y porcentaje de embasarse más slugging ponderado (OPS+).

WAR nos da una idea más completa del valor de un jugador y sirve para hacer comparaciones entre ligas y distintas épocas, mientras que OPS+ nos da un valor netamente ofensivo para hacer lo mismo.

Como los premios individuales y logros en postemporada dependen mucho de factores que no están del todo bajo el control del jugador -- como la calidad de la competencia, de su equipo, etc. -- no serán considerados dentro de este análisis. Pero sí vamos a mencionar algunos logros notables para ayudarles a apreciar más la grandeza de cada jugador.

Manos a la obra.

Mantle hasta su temporada de 27 años:

WAR/162: 8.8

OPS+: 173

Distinciones: Dos veces JMV de la L.A., Triple Corona de 1956, ocho Juegos de Estrellas, cinco anillos de Serie Mundial

Mays hasta su temporada de 27 años:

WAR/162: 9.1

OPS+: 158

Distinciones: Novato del Año de la L.N. de 1951, JMV del circuito en 1954, dos Guantes de Oro, cinco Juegos de Estrellas, campeón bate en 1954, campeón de la Serie Mundial en 1954

Trout hasta su temporada de 27 años:

WAR/162: 9.8

OPS+: 176

Distinciones: Novato del Año de la L.A. en 2012, tres veces JMV del circuito, ocho Juegos de Estrellas, dos JMV del Juego de Estrellas

Bueno, claramente si nos guiamos por estos criterios la repuesta es Trout, ¿verdad? No tan rápido.

Primero, esa separación de una victoria por campaña entre Trout y Mantle, con Mays entre ellos, es relativamente pequeña. Básicamente los tres pusieron números de superestrella hasta los 27 años. Y dado que el WAR no es una estadística definitiva, capaz de resolver todo, es importante tener eso mente.

Y luego está el hecho de que Mays fue mejorando después de los 30 años. Entre 1962 y 1965 (31 a 34 años), Mays tuvo un WAR/162 de 11.1, más 174 de OPS+.

Un punto importante a favor de Mantle, que no tiene Mays ni Trout, es que bateaba a las dos manos. De los tres, Mantle también tuvo la desventaja de las lesiones. Particularmente a la defensa, las rodillas evitaron que acumulara más valor en ese departamento. Pero, por otro lado, los juegos de béisbol no se deciden basándonos en “lo que pudo ser”.

Entonces, ahí lo tienen. Puedes llevarte a un jardinero central para tu equipo: Mantle, Mays o Trout.

¿Con quién te quedas?