Guasave, Sinaloa; 22 de julio de 2022 (Prensa Algodoneros).-La temporada 2006-2007 de la Liga ARCO Mexicana del Pacífico fue muy curiosa para Algodoneros de Guasave, ya que en ella se registraron momentos muy difíciles para el equipo, lo cual se puso de manifiesto al acabar en el último lugar del standing.
Pero lo curioso, fue que, en la campaña en mención, llegaron siete jugadores estrellas que tuvieron momentos de gloria con otros equipos, en los que incluso, algunos llegaron a ser íconos, por lo que se antojaba imposible verlos con otro uniforme.
Hoy, en nuestro Viernes de Historia, recordamos este hecho que debe estar grabado en la memoria de los fieles aficionados de Algodoneros de Guasave.
LOS JUGADORES QUE LLEGARON
Y es que ante el apuro que traía la directiva de aquel entonces por enmendar el camino, trajo a Morgan Burkhart, quien, sin duda, ya había dado lo de mejor de él con Mayos de Navojoa.
Ya con 34 años a cuestas, el actual coach de Padres de San Diego, tomó pate en 30 juegos, en los que bateó para .254 con seis jonrones y 18 remolcadas.
Números muy por debajo del nivel que mostró con Mayos.
Otro que llegó a Algodoneros ese año fue Jayson Bass, el otrora ídolo de la afición de Cañeros de Los Mochis.
A pesar de que tenía 32 años cuando jugó con Guasave, ya las lesiones en las rodillas lo habían mermado mucho. En 13 duelos bateó .256 con un cuadrangular y solo cinco carreras producidas.
Otro hombre que fue un “idolazo” en Los Mochis, también llegó a Algodoneros. De quien hablamos es Ed Vosberg, el pítcher zurdo que cautivó a la afición cañera.
Ya con 44 años cumplidos venía muy mermado, y eso se puso de manifiesto al lanzar solo en cuatro juegos. Tuvo récord de 0-0 en 5.2 innings de trabajo. “Adornó” su trabajo con tres ponches y una base.
Otro que llegó luego de haber jugado con Cañeros, fue Donzell McDonald, quien a sus 31 años rindió en 23 juegos, pero con números con los que no apoyó al equipo.
Promedió .221 con tres obuses y 10 remolcadas, que de poco sirvieron.
De Tomateros de Culiacán llegó Mario Valdez, quien, a sus 31 años, ya había dejado atrás su etiqueta de Grandes Ligas, pero seguía siendo rentable.
El héroe de la Serie del Caribe de 1996 estaba en la segunda de tres temporadas en las que militó con Algodoneros, y en 59 duelos bateó para .271 con 15 jonrones y 34 remolcadas, dejando claro, que fue el mejor de los siete elementos de los que hoy escribimos.
A Mario le quedaba todavía un mundo de carrera por delante, por lo que lucía impensable que Tomateros lo soltara.
Luis Carlos Rivera, otrora Grandes Ligas que con Tomateros vivió sus mejores años, en la temporada que mencionamos, a sus 28 años solo participó en dos juegos con Algodoneros.
Su récord fue de 0-1 con efectividad de 10.80 en 3.1 innings lanzados, con tres ponches y cinco bases.
Por último y el que en verdad lucía imposible verlo portando otra franela que no fuera la de Tomateros, era ¡Darrell Sherman!
El que fuera bautizado como “La Pesadilla Guinda” por los cronistas de Tomateros, llegó a Guasave a sus 39 años… Muchos para jugar a un alto nivel.
Tomó parte en 24 juegos, en los que bateó para .181 con uno para la calle y seis remolcadas, números con los que no pudo ayudar a que Algodoneros mejorara su temporada.
UNA CAMPAÑA PARA EL OLVIDO
Para darnos una idea de lo que hablamos, la temporada en mención hizo que la directiva trabajara al máximo, sin embargo, por más que se le buscó la cuadratura al círculo, nunca se pudo encontrarla.
Naranjeros de Hermosillo se llevó el campeonato al superar a Venados de Mazatlán, que curiosamente, fueron los dos equipos que ocuparon el primero y segundo lugar en el standing.
Ese año, Águilas de Mexicali (penúltimo) y Algodoneros (último), fueron los dos clubes eliminados, al terminar con marca de 28-39.