Los Ángeles, California; 8 de mayo de 2020 (Ken Gurnick, MLB.com).- Los Dodgers son expertos en encontrar futuras estrellas en el mercado libre internacional. En ocasiones, no han logrado conservarlas, pero sí saben encontrarlas.

Las cinco firmas internacionales del club de Los Ángeles -- que incluye a Puerto Rico, aunque es un territorio estadounidense -- consiste de dos jugadores que ascendieron al estrellato vistiendo el uniforme de los azules y tres que se le escaparon. Al final, un par de miembros del Salón de la Fama, dos que posiblemente también estén rumbo a Cooperstown y un favorito de la ciudad angelina conforman los agentes libres internacionales que el club logró firmar.

En honor al legado de la búsqueda de talento por todo el mundo -- una pasión bajo el mando de la familia O’Malley -- los cinco son de cuatro países diferentes.

Hace unos días, MLB Pipeline reveló su lista de los Mejores 30 Prospectos Internacionales que son elegibles para firmar durante el período del 2020-21. Estos jóvenes son las estrellas del mañana y están siguiendo los pasos de miles de peloteros internacionales que les abrieron el camino. Un día, estos jóvenes podrían ser recordados entre los mejores en la historia de una franquicia.

Aquí, los mejores cinco prospectos internacionales en la historia de los Dodgers.

1. Roberto Clemente
¿Cómo dejaron que esto sucediera? El escucha de los Dodgers, Al Campanis, firmó a Clemente desde Puerto Rico en 1954 con un bono de US$10,000, calificando a la futura leyenda como “el mejor agente libre que he visto”. El bono significaba que Clemente debía ir directamente a las Grandes Ligas o sería elegible para el draft de la Regla 5. Debido a que Los Ángeles contaba con un impresionante roster, los directivos escondieron a Clemente en Triple-A, sólo dándole poco tiempo de juego para reducir su visibilidad con la intención de que pasara por desapercibido en el Draft de la Regla 5. Se puede decir que eso fue un mal cálculo. La gerencia de los Piratas -- integrada por los ex ejecutivos de los Dodgers, Branch Rickey, Howie Haak y Clyde Sukeforth -- adquirió por US$4,000 al boricua, quien fue elegido al Salón de la Fama a los 38 años poco después de fallecer en un accidente aéreo mientras viajaba para brindarles ayuda a los damnificados de un terremoto en Nicaragua.

2. Pedro Martínez
¿Otro que se escapó? El gerente general de Los Ángeles, Fred Claire, necesitaba a un intermedista después de que Jody Reed decidiera probar suerte en el mercado libre. Los Expos ofrecieron a Delino DeShields a cambio de Martínez, quien había sido firmado en la República Dominicana uns años antes. En su biografía, Claire indicó que les concedió al manager Tommy Lasorda y al principal evaluador en la región del Caribe, el cubano Rafael Ávila (quien firmó a los tres hermanos Martínez) el derecho para rechazar cualquier canje, pero ambos le dieron el visto bueno a la transacción. Ésta también la podemos calificar como una mala apreciación. Los Dodgers pensaban que Pedro lucía mejor como relevista y su hermano Ramón más como abridor.

3. Adrián Beltré
Otro gran descubrimiento del equipo. Pero esta vez los azules lograron retener al infielder por más de seis campañas -- y en su última en Los Ángeles pegó 48 cuadrangulares y terminó de segundo en las votaciones para Jugador Más Valioso de la Liga Nacional. Pero el nuevo gerente general Paul DePodesta dejó que el quisqueyano partiera y firmara con los Marineros por seis años y US$64 millones. El directivo le otorgó un contrato de cinco temporadas y US$55 millones a J.D. Drew. Beltré al final fue convocado a cuatro Juegos de Estrellas con otras escuadras, ganó cinco Guantes de Oro como tercera base y tres Bates de Plata y terminó cinco veces entre los 10 primeros en las votaciones para Jugador Más Valioso. Todo indica que éste (probablemente) será otro miembro Salón de la Fama que se escapó.

4. Fernando Valenzuela
Por una imploración del escucha cubano Mike Brito, los Dodgers adquirieron al zurdo de 18 años desde la Liga Mexicana de Béisbol por US$120,000. El club lo ascendió como relevista durante su lucha por un pase a la postemporada de 1980, antes de que el sonorense fuera señalado como el abridor del Día Inaugural de 1981 debido a una lesión de Jerry Reuss en una pantorrilla. Valenzuela lanzó una blanqueada y la Fernandomanía inició. El zurdo se convirtió en la primera superestrella mexicana con la que el fallecido dueño Walter O’Malley había soñado desde que trasladó su club de Brooklyn a Los Ángeles. Valenzuela participó en seis Juegos de Estrellas y ganó un Premio Cy Young de la Liga Nacional, un galardón al Novato del Año, un Guante de Oro y un par de Bates de Plata. Ahora como comentarista del equipo, sigue siendo uno de los deportistas más populares en la historia de Los Ángeles.

5. Kenley Jansen
No hay nada de malo en tener un poco de suerte. Jansen era un receptor en Curazao con un bate mediocre y que cuya carrera llegó a una encrucijada cuando el director de Ligas Menores de los Dodgers, DeJon Watson, le sugirió que hiciera una transición a la lomita. Inicialmente con algo de inseguridad, después de informársele que su opción era ser lanzador o que buscara otra clase de trabajo, Jansen se comprometió al ajuste. Como pupilo de Charlie Hough, el diestro repentinamente pasó a fijar marcas como cerrador y lleva cerca de una década como serpentinero, ahora con más de 300 rescates. La principal arma de Jansen es su recta cortada, como su ídolo, el panameño Mariano Rivera.

Menciones honorificas
El japonés Hideo Nomo, el dominicano Ramón Martínez, los surcoreanos Chan Ho Park, Hyun-Jin Ryu y Hung-Chih Kuo, el dominicano Carlos Santana, el cubano Yasiel Puig y el quisqueyano Raúl Mondesí también fueron tomados en cuenta.