22 de junio de 2020 (Matt Kelly, MLB.com).- En el béisbol moderno el enfoque está sobre la velocidad, idea inculcada en los niveles amateur, destacada por las cámaras de las técnicas avanzadas de entrenamientos y exhibida en las pizarras de los estadios después de cada pitcheo. Pero no nos podemos olvidar de lo ridículo que un bateador puede lucir con un cambio de ritmo.

Los lanzamientos más lentos les han brindado a algunos serpentineros sus 15 minutos de fama, mientras que les han extendido la carrera a otros. A continuación, un vistazo a los pitcheos con menos velocidad.

División Eephus

Rip Sewell

Maurice Van Robays, el compañero de Sewell en los Piratas, explicó la palabra “eephus” (posiblemente de la palabra hebrea “efes” o cero) era para calificar “un pitcheo con nada en la bola”. Fuera lo que fuera, el eephus ayudó a Sewell a lanzar una década más con su nuevo juguete y conseguir temporadas consecutivas con 21 victorias en 1943-44.

Dave LaRoche

LaRoche participó en dos Juegos de Estrellas, consiguió 126 salvados y fue el padre de dos infielders de Grandes Ligas, pero es mejor conocido por un pitcheo que alcanzó las 30 millas por hora. LaRoche desarrolló este lanzamiento en 1980 mientras estaba aburrido en el bullpen, y dicho pitcheo se convirtió en una sensación después de que el zurdo se integrara a los Yankees. Su uso más famoso del lanzamiento vino contra el toletero de los Cerveceros, Gorman Thomas, quien dio varios giros hasta caer al suelo después de un swing para poncharse el 9 de septiembre de 1981.

Steve Hamilton

LaRoche no fue el único serpentinero en emplear el eephus en el Bronx. Hamilton fue un ex jugador de la NBA que encontró una segunda carrera como relevista zurdo en las Mayores. En 1970, debutó el lanzamiento que fue conocido como la “Flotante Loca” y que envió al inicialista de los Indios, Tony Horton, gateando hacia la cueva.

Sin embargo, el pitcheo no fue tan popular después de que Hamilton fue enviado a los Gigantes: Un árbitro de la Liga Nacional decidió que era ilegal, explicando con disgusto que el Viejo Circuito no era “una liga mediocre”.

División Screwball, o “tirabuzón”

Christy Mathewson

El derecho aprendió su famoso lanzamiento “que desaparecía” en el verano después de que se graduó de la preparatoria (o posiblemente de la leyenda de las Ligas Negras, Rube Foster), pero no le dio tanta importancia hasta que confundió a los bateadores en su prueba con los Gigantes de Nueva York. Mathewson guardó el pitcheo -- que corre en la dirección opuesta de una curva -- para los momentos más apremiantes de un juego, pero era devastador cuando lo sacaba.

Carl Hubbell

Hubbell lanzaba su screwball como zurdo y dicho pitcheo desfiguró tanto la mano del serpentinero que su palma izquierda se doblaba hacia afuera después de sus días en la lomita. Pero no hay dudas de las alturas que alcanzó con dicho lanzamiento. Hubbell ganó dos premios al JMV de la Liga Nacional, ponchó a cinco de los mejores cañoneros de manera consecutiva en el Juego de Estrellas de 1934 (casi exclusivamente con el screwball) y después se apuntó 24 victorias consecutivas.

Fernando Valenzuela

El mexicano es el único lanzador en contar con el screwball como una de las armas principales en su repertorio, y la “Fernandomanía” no hubiera ocurrido sin ese lanzamiento. El zurdo contó bastante con dicho pitcheo para apuntarse victorias en sus primeras ocho aperturas como novato y para ganar el decisivo Juego 5 de la SCLN de 1981 y convertirse en el único novato en llevarse el Premio Cy Young semanas después. Hubbell les dijo a los medios que el screwball de Valenzuela era el mejor que había visto, aparte del que él lanzaba.

División Nudillos

Phil Niekro

El derecho una vez bromeó que no tenía idea cómo fue elegido al Salón de la Fama con un pésimo repertorio, pero los bateadores tenían otro punto de vista. Y cuando Niekro incluía uno de sus mejores lanzamientos de nudillos con un eephus, las cosas eran un poco injustas para sus oponentes.

Hoyt Wilhelm

Su aniquilador lanzamiento de nudillos (el EFE+ ajustado de su carrera de 147 está entre los 10 mejores en la historia) le permitió ser bastante duradero (1,070 presentaciones, sexto en la lista de todos los tiempos). El lanzamiento de nudillos fue visto como un pitcheo de fantasía que los lanzadores veteranos empleaban para continuar en acción antes de que Wilhelm lo convirtiera en su arma principal.

Tim Wakefield

Wakefield comenzó su carrera como un infielder en el sistema de los Piratas, sólo llamando la atención luego de que su manager en Clase-A lo vio jugando con un lanzamiento de nudillos durante una práctica. Aunque Wakefield deseaba jugar en el cuadro interior, el nudillo fue lo que lo llevó a las Grandes Ligas.

División Curva

Barry Zito

En el siglo 21, nadie ha lanzado un arco tan fascinante como el de Zito. El pitcheo comenzaba sobre la cabeza del bateador y los oponentes parecían estar tratando de batear una sola gota de agua en una cascada. Alex Rodríguez una vez dijo lo siguiente sobre el lanzamiento: “Ni siquiera lo busques, porque no lo podrás batear”.

Zack Greinke

Hubo un momento el año pasado en que parecía que Greinke no concedería ni un sencillo con su curva lenta que lucía bastante fácil. Greinke no dudó en emplearla en el 2019, especialmente con dos strikes, y sus oponentes terminaron bateando de 46-6 con 16 ponches cuando lanzaba el arco que no superaba las 70 mph.

Vicente Padilla

Inspirar al exlocutor Vin Scully a darle un nombre a uno de tus pitcheos es un gran honor (Clayton Kershaw lo sabe muy bien), y por eso Padilla debió sentirse muy orgulloso cuando Scully bautizó su curva de 50 mph como “la burbuja de jabón”. El nicaragüense empleó la burbuja con frecuencia para afianzarse en la rotación de la escuadra de Los Ángeles en el 2010, su última campaña completa como abridor.

Yu Darvish

No debe ser sorpresa que Darvish, cuyo arsenal incluye hasta 10 pitcheos, saque una extremadamente lenta curva de 50 a 60 mph de vez en cuando. Statcast y pitch F/X han podido registrar apenas 15 curvas lentas en la carrera de Darvish, pero pregúntenle a Torri Hunter sobre su capacidad de tumbarlo en la caja de bateo. O hasta el hijo de Dave LaRoche, Adam, quien probó la cucharada de lo que su padre servía,cuando Darvish lo ponchó con un lanzamiento de 59 mph.

División Cambio

Fernando Abad

El “súper cambio” del dominicano una vez dejó a su compatriota Adrián Beltré de rodillas -- y no para pegar uno de sus famosos jonrones. Dejando flotar una de hasta 59 mph y alcanzando hasta 35 mph menos que su recta, el súper cambio de Abad ha dejado congelados a varios bateadores en la caja de bateo.

Aníbal Sánchez

El cambio del venezolano, conocido como La Mariposa, flota hacia al plato a 60 mph y pega suavemente en el borde de los bates para generar una rodada fácil -- o en ocasiones, abanicando a los oponentes. Sánchez ha revivido su carrera en los últimos años restándoles velocidad a sus pitcheos, y La Mariposa es una de las armas más atractivas para ver en su nuevo repertorio.

División Recta

Jamie Moyer

Los lanzadores de Grandes Ligas seguían aumentando su velocidad durante la carrera de 25 años de Moyer, pero el zurdo continuó lanzando su recta que en ocasiones ni llegaba a las 80 mph. De alguna manera, sus rectas cortadas y sinker le permitieron lanzar hasta que casi cumplía los 50 años de edad, y posiblemente ningún serpentinero haya hecho más con menos.