OCHO MANERAS EN QUE SERÁ DIFERENTE LAS GRANDES LIGAS EN 2020
29 de junio de 2020 (Mike Petriello, MLB.com).- ¿Cómo se va a ver la temporada del 2020? Obviamente, no se parecerá nada que hayamos visto en el pasado.
Será una campaña de apenas 60 partidos. Se realizará en medio de una pandemia global. La Liga Nacional tendrá el bateador designado. Habrá un corredor en segunda para iniciar cada inning en entradas extras. Hay cambios en el manejo y la cantidad de jugadores en los rosters activos. Y algunos jugadores con alto riesgo de coronavirus podrían elegir no participar.
Va a ser una temporada extraña. Con eso en mente, veamos ocho elementos que van a ser los más inusuales.
1) Va a desaparecer el toque de sacrificio
En el 2019, hubo apenas 776 toques de sacrificio, o 0.16 por partido. Es la menor cantidad en la historia y continúa una tendencia de declive.
Ahora bien, la mayoría de los toques de sacrificio ha sido de parte de lanzadores—el 56%, para ser exacto. Los serpentineros no batearán en el 2020 (o al menos no estarán obligados a hacerlo). Entonces, hay que decirle adiós al toque de sacrificio, en cierto sentido.
2) Un abridor terminará la temporada invicto; y otros, ¿sin triunfos?
En una temporada de 60 juegos con una tradicional rotación de cinco lanzadores, se espera que cada uno de ellos realice unas 12 aperturas. Claro, en estas circunstancias, algunos se las ingeniarán con sus managers para hacer más.
Pero basándonos en 12 presentaciones, podemos decir lo siguiente: Catorce abridores hicieron 12 aperturas consecutivas sin cargar con la derrota. Por ejemplo, Gerrit Cole perdió el 22 de mayo y luego no fue vencido durante el resto de la campaña, un trecho de 22 aperturas. Aaron Nola, Max Scherzer y Mike Clevinger tuvieron rachas de 12 juegos o más sin perder. Wade Miley y Zach Davies, también. Va a pasar este año (completo).
¿Y qué pasará del otro lado, 12 aperturas sin una victoria? Ocurrió 17 veces el año pasado (sin contar a los “iniciadores”). Los protagonistas fueron estrellas y no estrellas (Jack Flaherty y Yu Darvish, vs. David Hess y Peter Lambert). Vamos a verlo de nuevo en el 2020, pero en una “temporada completa”.
3) Bajará la tasa de ponches, por fin. Probablemente. Un poco.
Parece que se establece una nueva marca de tasa de ponches cada año: 23% en el 2019, comparada con 18% en el 2009 y 16.4% en 1999. Hay tres motivos: Los lanzadores tiran más veneno que nunca, ha subido la velocidad y los abridores ya no llegan a 130 y pico de pitcheos en una presentación.
Pero ahora, los serpentineros de la Liga Nacional no tendrán un “descanso” con el lanzador contrario de noveno bate. A continuación, cómo se ponchan los pitchers al bate, comparados con los jugadores de posición:
2019, lanzadores al bate: Tasa de ponches de 43.5%
2019, jugadores de posición al bate: Tasa de ponches de 22.4%
4) El octavo bate en la Liga Nacional ya no verá pitcheos tan incómodos
El librito dice que hay que pitcharle incómodo o darle una base intencional al octavo bate en la Liga Nacional, para lanzarle al pitcher.
Tradicionalmente, el octavo bate en dicho circuito ha tenido la mayor tasa de bases por bolas entre los nueve puestos en el orden. Ése no será el caso este año con el bateador designado en la Nacional.
5) Adiós a los bateadores emergentes
Bueno, no completamente. Seguiremos viendo enfrentamientos zurdo-zurdo y derecho-derecho dependiendo del cambio de lanzador, o un estelar en un día libre saliendo de la banca para un turno clave en un momento importante. Pero ya saben por quiénes batean los emergentes en la mayoría de los casos, ¿verdad? Los lanzadores, obviamente.
En las últimas tres campañas con el designado disponible, ha habido 3,676 visitas al plato de parte de emergentes. Sin el BD en dicho lapso, hubo 13,027.
6) La Liga Nacional podría ser la de más ofensiva por primera vez en casi cinco décadas
La Liga Americana empezó a utilizar el bateador designado en 1973. La Nacional anotó más que la Americana en 1974, pero desde entonces, el Joven Circuito ha tenido la ventaja en cada oportunidad.
Claro que eso se debe a que los lanzadores del Viejo Circuito realizaban visitas al plato de poca calidad. Eso incluso ha sido suficiente para contrarrestar los efectos del Coors Field de Colorado, un estadio de la Liga Nacional que es casi siempre el de más anotación en las Mayores.
¿Podría la Nacional cambiar esas cosas en el 2020? Según FanGraphs, la Americana tendrá un promedio de 4.82 carreras por partido. ¿Y la Nacional? 4.91. Podría pasar.
7) La ventaja de la casa podría no ser una ventaja
Esto casi nunca cambia. El equipo local ganó el 52.9% de sus partidos en el 2019 y desde 1947, los de la casa han triunfado el 53.8% de las veces. Nunca ha habido una temporada en la que el visitante haya ganado la mayoría de los juegos. En sentido general, la proporción ha sido 53/47, a favor de los clubes de casa.
Nadie ha precisado exactamente por qué la ventaja de local significa tanto: ¿El confort de domicilio, no haber llegado tarde a la ciudad la noche anterior o la posibilidad de que los árbitros te favorezcan con sus apreciaciones? ¿O los aplausos del público?
Bueno, ahora, por lo menos para empezar, no habrá espectadores en los estadios. Ya sabremos cómo impactará esto el juego. Un estudio sugirió que el efecto del ruido del público causó que el equipo local fue favorecido en una ligera mayoría de los strikes o bolas cantados en cuenta máxima. Otro de FanGraphs afirma que este efecto podría representar “aproximadamente el 70% de la ventaja de local.
8) Algo poco común: Un jugador que salta el nivel de liga menor
Ha ocurrido en apenas 21 ocasiones y la última vez fue en el 2010, cuando Mike Leake fue directo de la Universidad de Arizona State al equipo grande de los Rojos. Bueno, sí lanzó en la Liga Otoñal de Arizona en el 2009.
En el 2020, es posible que no se juegue béisbol de liga menor, lo cual significa que las mejores selecciones del Draft de este año podrían debutar como profesionales a nivel de Grandes Ligas. De ser así, no será un jugador que venga de la escuela secundaria, sino del béisbol universitario.
Nosotros pensamos que el de mayores posibilidades sería el zurdo Burl Carraway, de los Cachorros.