20 de abril de 2020 (Matt Kelly, MLB.com).- Ganar el premio al Jugador Más Valioso generalmente significa que un pelotero fue el mejor de todos los que vieron acción en su liga. Pero hay que ponderar lo siguiente: ¿Qué tal si ni siquiera fue el mejor jugador de su propio equipo?

Claro, en retrospectiva todo el mundo tiene visión 20/20, y son muchos los procesos de votación al JMV que han sido escudriñados y analizados con el pasar de los años y la evolución de las métricas. Estadísticas tradicionales como promedio de bateo y carreras empujadas muchas veces determinaban quién era el ganador en generaciones anteriores, y tampoco era raro que una buena historia marcara la diferencia. Pero en algunas ocasiones, especialmente en años en que la lucha fue bien reñida, el mejor productor de un equipo se veía eclipsado en su misma novena por el eventual ganador del JMV.

Abajo, vamos a darles un vistazo a siete de los ejemplos más extremos de jugadores que terminaron con mejores números que compañeros de sus propios equipos que ganaron el premio al JMV. Para este ejercicio, vamos a enfocarnos en las victorias ofensivas sobre un reemplazo (oWAR) – y no en el WAR general--para así poder dejar a un lado las métricas defensivas que son cada vez menos confiables a medida que retrocedemos en el tiempo, y además porque tradicionalmente la defensa no ha sido un gran factor en las conversaciones del JMV. El oWAR también hace un ajuste dependiendo de qué posición defensiva juega un bateador, dándole así más valor a los números con el bate de alguien que resguarda una posición en la que generalmente se batea poco (como un torpedero, por ejemplo). Además, al enfocarnos en oWAR, estamos excluyendo las temporadas en las que un lanzador fue el Jugador Más Valioso.

Estamos conscientes de que oWAR no era parte de las conversaciones cuando estos votantes hicieron sentir su voz, pero ése es básicamente el punto. Estamos utilizando una herramienta moderna para apuntar las diferencias que quizás no eran obvias en aquel entonces.

JMV de la L.A. del 2006: Justin Morneau, MIN (4.2 de oWAR, 140 de OPS+)

Superado en producción por: Joe Mauer, MIN (6.2 de oWAR, 144 de OPS+)

Mauer terminó de: Sexto

Morneau tuvo estadísticas llamativas, como 34 jonrones y 130 carreras empujadas, aunque el dominicano David Ortiz lo superó en ambos renglones. A mitad de temporada, Morneau no estaba jugando bien y ni siquiera fue convocado al Juego de Estrellas. De hecho, el manager de los Mellizos, Ron Gardenhire, lo envió a la banca el 7 de junio porque estaba bateando .236 antes de prenderse en la segunda mitad. Por su parte, Mauer terminó la primera parte de la campaña bateando .378. Mauer no mostró los mismos números de poder que Morneau, pero se convirtió en el primer receptor en la historia de la Liga Americana en ganar un título de bateo y se embasó casi más que Morneau con una diferencia del casi 15%. Cuando el soberbio bateo de Mauer se ajusta tomando en cuenta los rigores de la receptoría, su año luce superior.

JMV de la L.A. en 1995: Mo Vaughn, BOS (3.8 de oWAR, de 144 OPS+)

Superado en producción por: John Valentin, BOS (6.2 de oWAR, 138 de OPS+)

Valentin terminó de: Noveno

Valentin acumuló un montón de valor gracias a sus números en el plato y excelente defensa en las paradas cortas, una de las posiciones más exigentes del diamante. Aunque Vaughn superó en jonrones (39 a 27) y empujadas (126 a 102) a Valentin, sus números eran cosa común para los defensores de la primera base de su generación. Al mismo tiempo, el OPS de .931 de Valentin fue casi 250 puntos mejor que el del próximo campocorto de la Americana.

JMV de la L.A. en 1985: Don Mattingly, NYY (6.6 de oWAR, 156 de OPS+)

Superado en producción por: Rickey Henderson, NYY (8.6 de oWAR, 157 de OPS+)

Henderson terminó de: Tercero

La votación en este caso no fue cerrada, a diferencia de lo sucedido en el 2006 y 1995, lo que demuestra cómo era de obvio para los periodistas en 1985 que Mattingly era la elección correcta. Nada era más importante que las empujadas en esas conversaciones sobre el JMV durante esa época y Mattingly trajo a 145 compañeros al plato. Mattingly también lideró la Americana en dobles (48), bateó .324, dio 35 cuadrangulares y jugó, como solía hacerlo, una excelente defensa en el primer saco.

Pero Henderson superó por 48 puntos a Mattingly en porcentaje de embasarse (.419 a .371), algo que probablemente habría sido más valorado por estos días. Como resultado, anotó 146 carreras, la misma cantidad que Mattingly. Además, Henderson se robó 80 bases en 90 intentos, para un porcentaje de éxito del 88.9%. Esa eficiencia, combinado con su porcentaje de embasarse, es gran parte de la razón por la que Henderson encabezó el Joven Circuito en oWAR.

JMV de la L.N. en 1974: Steve Garvey, LAD (4.4 de oWAR, 130 de OPS+)

Superado en producción por: Jimmy Wynn, LAD (6.2 de oWAR, 151 de OPS+)

Wynn terminó de: Quinto

Garvey tuvo la ventaja en promedio de bateo y (por muy poco) en impulsadas, pero Wynn terminó con más cuadrangulares, mejor slugging y mejor porcentaje de embasarse que su compañero, negociando un total de 77 bases por bolas más. Lou Brock se robó 118 bases, un récord para ese entonces, pero Wynn los superó a él y a Garvey en métricas modernas como OPS+ y oWAR.

Wynn, quien murió en marzo de este año y brilló especialmente durante sus días con los Astros, fue un jugador generalmente subestimado. Se retiró en 1977 habiendo acumulado 56 de WAR y 129 de OPS+ -- con ambas marcas entre las 30 mejores de la historia para defensores del jardín central – pero no recibió un solo voto al Salón de la Fama cuando fue elegible por primera vez en 1983.

JMV de la L.N. en 1973: Pete Rose, CIN (6.1 de oWAR, 138 de OPS+)

Superado en producción por: Joe Morgan, CIN (8.0 de oWAR, 154 de OPS+)

Morgan terminó de: Cuarto

Rose fue campeón bate en 1973 con .338 de promedio, conectó 230 hits y fue el primer bate del mejor club de la liga. Probablemente se llevó el JMV sobre Willie Stargell porque los Piratas se quedaron fuera de la postemporada. Sin embargo, Morgan se embasó con la misma frecuencia, se robó 57 bases más (67 a 10) y pegó 26 jonrones por cinco de Rose. Era imposible elegir mal entre uno y el otro, pero Morgan quizás era una amenaza más completa que su compañero.

JMV de la L.A. en 1961: Roger Maris, NYY (7.0 de oWAR, 167 de OPS+)

Superado en producción por: Mickey Mantle, NYY (10.5 de oWAR, 206 de OPS+)

Mantle terminó de: Segundo

Sí, Maris superó el récord de 60 jonrones de Babe Ruth con sus 61 vuelacercas en 1961, pero Mantle – bien sea en promedio, porcentaje de embasarse, slugging o corriendo las bases – fue mejor que Maris en básicamente todo salvo en la famosa carrera por la marca de cuadrangulares. Ésta de Mantle es, de hecho, la mejor temporada en términos de oWAR para cualquier jugador que no haya sido JMV desde que terminó la Segunda Guerra Mundial.

Aunque no fue un caso tan extraño, Mantle (6.7 de oWAR) también terminó segundo detrás de Maris (5.6) en 1960.

JMV de la L.N. en 1944: Marty Marion, STL (2.0 de oWAR, 90 de OPS+)

Superado en producción por: Stan Musial, STL (7.4 de oWAR, 174 de OPS+)

Musial terminó de: Cuarto

Esta comparación es obvia y, de hecho, Marion también fue superado en oWAR dentro de su equipo por Johnny Hopp (5.6), Ray Sanders (3.6), White Kurowski (3.5) y Walker Cooper (3.3). Marion fue elegido JMV principalmente por su defensa (era apodado el Pulpo, por sus largos brazos) y también porque debido a la Segunda Guerra Mundial, había muchas estrellas en el ejército. Marion ganó el premio al JMV ese año por un solo voto sobre Bill Nicholson, el jardinero de los Cachorros, pero es sencillo argumentar que éste debió ser el cuarto premio al JMV para Musial, quien lideró a ambas ligas en oWAR y WAR general ese año.